martes, agosto 10, 2010

La lección

Viaje intenso, en emociones y aprendizajes. Soy más consciente ahora de la importancia de descubrir las conexiones entre los seres humanos, entre los seres vivos. Las experiencias que vivimos a lo largo de nuestra vida son siempre una oportunidad y si estamos atentos todo se conecta.
Antes de salir por unos meses a Argentina, escribí en mi pizarrón de corcho de la oficina, una frase que me llamó la atención, y que hoy, al regreso de la experiencia, adquiere significado.
En el post de ayer, me permití robar las palabras de un ser excepcional para agradecer a todas las personas, y situaciones que se encontrarón en mi camino por el sur: Maya Angelou, es una mujer espectacular, que ha canalizado sus experiencias duras y para algunos, injustas, en una sensibilidad particular, que trasciende las barreras del lenguaje. Luchadora constante, ha venido a contribuir en el reto titánico de romper el círculo de violencia. Y a sus ochenta y dos años, escribe un poema acerca de la importancia de vivir, que me gustaría compartir.
He realizado una traducción, que seguramente no será exacta, pero que da una idea bastante cercana, siento yo, a la intención original de la autora.
Al leer el poema, conecté también mi experiencia, en aquel hogar de Ensenada, cerca de la ciudad de La Plata, donde, sentado con esas mujeres de ojos entorpecidos por las líneas que surcan sus caras, comprendí la presencia latente de la muerte y las ganas inmensas de aferrarse a la vida. En cada espacio, en cada mañana. Luchar no contra el tiempo, sino por la necesidad imperiosa de la dignidad.
Mi gratitud va también para ellas: las mujeres jóvenes y maduras, que con paciencia y amor hacen, que la última etapa de la vida sea digna.

The Lesson.
I keep on dying again.
Veins collapse, opening like the
Small fists of sleeping
Children.
Memory of old tombs,
Rotting flesh and worms do
Not convince me against
The challenge. The years
And cold defeat live deep in
Lines along my face.
They dull my eyes, yet
I keep on dying,
Because I love to live.


Continuó muriendo
mis venas se colapsan,
abriéndose
como los pequeños puños
de los niños al dormir.

El evocar los sepulcros,
la carne podrida y los gusanos
no me convencen de ir en contra
del desafío.

Los años
y la derrota fría,
viven en lo profundo
de las líneas que surcan mi cara.
Ellas entorpecen mis ojos,
Y yo, continuó muriendo
Porque amo vivir.

1 comentario:

Dorix dijo...

Qué bonito.
Yo también amo vivir.

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