Es un día espectacular, como sólo pueden ser los días inundados de sol y frío del invierno del sur. La luz intensa y oblicua que proyecta la sombra de los árboles centenarios sobre las amplias banquetas desiguales y limpias apenas, confiere al ambiente una atmosfera de plenitud, que se reafirma al respirar el aire frio y sentirlo suave sobre la cara, que refleja en la sonrisa petrificada, del que camina, la sensación de estar andando en un presente mágico, por ser intenso, por ser presente sin prejuicio, sin anhelo; ni por el pasado, ni por el futuro. Sólo presente.
La confianza se nota también en el ritmo de sus pasos, equilibrados y seguros, su cuerpo erguido circula entre sus iguales, la firmeza de sus pasos sobre el piso irregular incrementan la seguridad que manifiesta en la cadencia de sus nalgas, piernas y manos. La ciudad es suya y él, es la ciudad. -La Plata, escondida detrás de los Bosques que delimitan el Gran Buenos Aires, de espaldas al río que le dio el nombre.-Los problemas vendrán después, el salario bajo, las jornadas largas… lo importante es el presente y lo sabe, ¿Cómo sobrevivir de otra manera? Los diarios y las flores, las hojas secas y el aroma a pan, la sensación caliente del mate sobre sus labios, único alimento de la mañana, satisfacen las necesidades primarias de pertenecer, porque pertenece, y aunque alguien diga que parece tano, y en el fondo la asociación con Europa le agrade, y en un resquicio de sus emociones más intimas anhele el otro lado del mar, idealizado por la lejanía, sus pies están ahora aquí, en esta tierra americana del sur.
viernes, agosto 27, 2010
jueves, agosto 26, 2010
Recordando el presente
Escribir del pasado, es escribir sólo recuerdos. El pasado puede haber sucedido hace un segundo o hace mil años, ya es pasado. Sin embargo, cuando el pasado se ha vivido con intensidad, se vuelve presente eterno al evocarlo, y también se transforma, porque finalmente lo que recordamos es la sensación plena de la emoción, la percepción racional y las particularidades anímicas del momento que nos conectan con los estímulos físicos, y para comunicar esa complejidad sólo nos apoyamos en imágenes que otros pueden reconocer, descripciones de sensaciones que creemos comunes, pero de las que nunca tendremos la certeza de estar compartiendo a plenitud con los receptores del mensaje. Estas imágenes y descripciones, son el vínculo con que nos unimos a los que nos leen o nos escuchan. El recuerdo es fragmento de nuestra realidad emocional. Y el recuerdo sólo es personal.
Cuando el recuerdo es colectivo, entramos a otro nivel de comunicación, donde a través de estímulos físicos, logramos una comunicación energética con las personas con las que compartimos el instante, esto es, vivimos el instante en armonía colectiva y tenemos la capacidad de recordar sólo a través de nuestras historias individuales, por lo que el instante colectivo es sólo presente y es difícil repetirlo.
Aquí está la diferencia para mí, entre recuerdo individual y colectivo, el recuerdo colectivo, cuando es auténticamente producto de la memoria de un grupo, es tradición, cuando es el producto de la descripción de hechos filtrados por las conveniencias políticas y sociales de una época particular son partes fragmentadas de la historia. Una historia individual o colectiva, que busca ser reconocida por una colectividad más amplia y diversa que no comparte todos los elementos que son comunicados, y que a su vez no tiene los elementos suficientes ya sean políticos o de comunicación para sumar a ese fragmento de historia, su propio punto de vista, su emoción particular del instante.
Cuando el recuerdo es colectivo, entramos a otro nivel de comunicación, donde a través de estímulos físicos, logramos una comunicación energética con las personas con las que compartimos el instante, esto es, vivimos el instante en armonía colectiva y tenemos la capacidad de recordar sólo a través de nuestras historias individuales, por lo que el instante colectivo es sólo presente y es difícil repetirlo.
Aquí está la diferencia para mí, entre recuerdo individual y colectivo, el recuerdo colectivo, cuando es auténticamente producto de la memoria de un grupo, es tradición, cuando es el producto de la descripción de hechos filtrados por las conveniencias políticas y sociales de una época particular son partes fragmentadas de la historia. Una historia individual o colectiva, que busca ser reconocida por una colectividad más amplia y diversa que no comparte todos los elementos que son comunicados, y que a su vez no tiene los elementos suficientes ya sean políticos o de comunicación para sumar a ese fragmento de historia, su propio punto de vista, su emoción particular del instante.
jueves, agosto 19, 2010
Entre la celebración impuesta y la reflexión necesaria.
El futuro de México está cimentado en la creatividad, y la creatividad se alimenta todos los días de varios elementos, entre ellos: la observación sensible, la educación y la capacidad de conectar fragmentos de vida y darle un sentido nuevo a través de las disciplinas del diseño.
México es un conjunto de fragmentos ricos en cultura, recursos y potencialidades, y debe buscar la conexión estratégica entre diversidades. Nunca como ahora la necesidad de unirnos respetando las diferencias ha sido tan apremiante, no podemos seguir pensando en soluciones mágicas, únicas. La solución a la fragmentación mexicana, la evolución de esos fragmentos, radica en el reconocimiento de las particularidades, y la conciencia de la interconectividad.
¿Queremos seguir con la comodidad y la apatía de que no pasa nada? ¿Queremos seguir inmersos en el escenario falso, de una paz teatral, que se desmorona con cada muerto anunciado o anónimo? ¿Queremos seguir nutriendonos de un paisaje y una sociedad utópica de estampita y promoción turisitica para extranjeros?
Mientras tanto, las armas de cualquier bando nos vigilan.
martes, agosto 17, 2010
Para no olvidar...
Olías al bosque que adorabas,
la yerba mate estaba tatuada en tu saliva
que nunca sentí.
Tu, vos.
Tú voz, embrujaba el instante eterno
acompañado con la mirada curiosa
que nunca antes sentí
Tu, vos.
Tú voz, dulce y grave de la tierra roja
tú mirada suave
reflejaba instantes de arroyos interminables,
Que son ríos inmensos en la tierra seca
Donde vivo yo.
Instante eterno que recordaré por siempre
Tus ojos, tu, vos y yo.
la yerba mate estaba tatuada en tu saliva
que nunca sentí.
Tu, vos.
Tú voz, embrujaba el instante eterno
acompañado con la mirada curiosa
que nunca antes sentí
Tu, vos.
Tú voz, dulce y grave de la tierra roja
tú mirada suave
reflejaba instantes de arroyos interminables,
Que son ríos inmensos en la tierra seca
Donde vivo yo.
Instante eterno que recordaré por siempre
Tus ojos, tu, vos y yo.
martes, agosto 10, 2010
La lección
Viaje intenso, en emociones y aprendizajes. Soy más consciente ahora de la importancia de descubrir las conexiones entre los seres humanos, entre los seres vivos. Las experiencias que vivimos a lo largo de nuestra vida son siempre una oportunidad y si estamos atentos todo se conecta.
Antes de salir por unos meses a Argentina, escribí en mi pizarrón de corcho de la oficina, una frase que me llamó la atención, y que hoy, al regreso de la experiencia, adquiere significado.
En el post de ayer, me permití robar las palabras de un ser excepcional para agradecer a todas las personas, y situaciones que se encontrarón en mi camino por el sur: Maya Angelou, es una mujer espectacular, que ha canalizado sus experiencias duras y para algunos, injustas, en una sensibilidad particular, que trasciende las barreras del lenguaje. Luchadora constante, ha venido a contribuir en el reto titánico de romper el círculo de violencia. Y a sus ochenta y dos años, escribe un poema acerca de la importancia de vivir, que me gustaría compartir.
He realizado una traducción, que seguramente no será exacta, pero que da una idea bastante cercana, siento yo, a la intención original de la autora.
Al leer el poema, conecté también mi experiencia, en aquel hogar de Ensenada, cerca de la ciudad de La Plata, donde, sentado con esas mujeres de ojos entorpecidos por las líneas que surcan sus caras, comprendí la presencia latente de la muerte y las ganas inmensas de aferrarse a la vida. En cada espacio, en cada mañana. Luchar no contra el tiempo, sino por la necesidad imperiosa de la dignidad.
Mi gratitud va también para ellas: las mujeres jóvenes y maduras, que con paciencia y amor hacen, que la última etapa de la vida sea digna.
The Lesson.
I keep on dying again.
Veins collapse, opening like the
Small fists of sleeping
Children.
Memory of old tombs,
Rotting flesh and worms do
Not convince me against
The challenge. The years
And cold defeat live deep in
Lines along my face.
They dull my eyes, yet
I keep on dying,
Because I love to live.
Continuó muriendo
mis venas se colapsan,
abriéndose
como los pequeños puños
de los niños al dormir.
El evocar los sepulcros,
la carne podrida y los gusanos
no me convencen de ir en contra
del desafío.
Los años
y la derrota fría,
viven en lo profundo
de las líneas que surcan mi cara.
Ellas entorpecen mis ojos,
Y yo, continuó muriendo
Porque amo vivir.
Antes de salir por unos meses a Argentina, escribí en mi pizarrón de corcho de la oficina, una frase que me llamó la atención, y que hoy, al regreso de la experiencia, adquiere significado.
En el post de ayer, me permití robar las palabras de un ser excepcional para agradecer a todas las personas, y situaciones que se encontrarón en mi camino por el sur: Maya Angelou, es una mujer espectacular, que ha canalizado sus experiencias duras y para algunos, injustas, en una sensibilidad particular, que trasciende las barreras del lenguaje. Luchadora constante, ha venido a contribuir en el reto titánico de romper el círculo de violencia. Y a sus ochenta y dos años, escribe un poema acerca de la importancia de vivir, que me gustaría compartir.
He realizado una traducción, que seguramente no será exacta, pero que da una idea bastante cercana, siento yo, a la intención original de la autora.
Al leer el poema, conecté también mi experiencia, en aquel hogar de Ensenada, cerca de la ciudad de La Plata, donde, sentado con esas mujeres de ojos entorpecidos por las líneas que surcan sus caras, comprendí la presencia latente de la muerte y las ganas inmensas de aferrarse a la vida. En cada espacio, en cada mañana. Luchar no contra el tiempo, sino por la necesidad imperiosa de la dignidad.
Mi gratitud va también para ellas: las mujeres jóvenes y maduras, que con paciencia y amor hacen, que la última etapa de la vida sea digna.
The Lesson.
I keep on dying again.
Veins collapse, opening like the
Small fists of sleeping
Children.
Memory of old tombs,
Rotting flesh and worms do
Not convince me against
The challenge. The years
And cold defeat live deep in
Lines along my face.
They dull my eyes, yet
I keep on dying,
Because I love to live.
Continuó muriendo
mis venas se colapsan,
abriéndose
como los pequeños puños
de los niños al dormir.
El evocar los sepulcros,
la carne podrida y los gusanos
no me convencen de ir en contra
del desafío.
Los años
y la derrota fría,
viven en lo profundo
de las líneas que surcan mi cara.
Ellas entorpecen mis ojos,
Y yo, continuó muriendo
Porque amo vivir.
lunes, agosto 09, 2010
Regreso a casa.
People will forget what you said,
people will forget what you did,
but people will never forget
how you made them feel.
Maya Angelou.
Las personas olvidarán lo que tu dijiste,
las personas olvidarán lo que tu hiciste,
pero las personas nunca olvidarán
como las hiciste sentir.
¡Gracias a todos!
people will forget what you did,
but people will never forget
how you made them feel.
Maya Angelou.
Las personas olvidarán lo que tu dijiste,
las personas olvidarán lo que tu hiciste,
pero las personas nunca olvidarán
como las hiciste sentir.
¡Gracias a todos!
martes, agosto 03, 2010
Puente
La fotografía para mí,
es la oportunidad de atrapar presencias
es la suma de instantes,
es el apoyo a la memoria
que se satura con imágenes pasajeras.
Con la fotografía, invento paradójico
que captura instantes de presente,
que al nombrarlo es pasado,
me permite al evocar las imágenes,
transportar en un gesto individual:
instantes, sensaciones, emociones
y después, congelarlas.
Estos instantes, sensaciones y emociones
son ignoradas , muchas veces por el descuido
la cotidianidad o por la velocidad
y el ritmo acelerado con el que vivimos.
Fotografía:
Instantes que congelan sensaciones de un espacio del tiempo.
La fotografía es un puente intenso y eterno, con los recuerdos.
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