Tirados los nudos que aprietan el alma
no ahogan los gritos, la puedes calmar.
No existen siquiera angustias lejanas
que cubran con velos el gozo letal.
Espejos de lucha triunfando se rompen,
corazones negros sedientos de amar
obscuros por noches que siguen despiertos
buscando afanosos pedazos de pan
Durmiendo los tontos, transcurren los días
en camas de plata de intensa frialdad
Se cubren de gloria los cuerpos dormidos
por ser inactivos son héroes de cal.
Y las hormiguitas que nunca descansan
los buscan como algo, para venerar.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario