La tarde se adelanta
a través de la complicidad de las nubes espesas
nubes espesas que arrancan la claridad cotidiana
de las calles y las plazas.
El pavimento exhala por fin, casi asfixiado,
el calor acumulado por los meses pasados.
La luz tenue,
Esconde y magnifica los errores ciudadanos.
Yo me encojo de hombros
no por apatía,
por protección, por miedo.
Temo como otros el cambio de rutina
Y en un primer impulso, me protejo.
Y al final, me animo y salgo
Y siento sobre el rostro reseco
Las primeras gotas de lluvia.
jueves, junio 30, 2011
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2 comentarios:
La lluvia siempre transforma todo :)
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