Manos a la obra

¡Chalé!, a veces no se que pensar, y me es difícil dejar de pensar y permitirme sentir; últimamente he recibido opiniones sobre mí, unas de forma directa y otras no tanto, todas tienen un punto en común las personas me perciben como un ser especial, con cualidades que reconocen como tales y que también despiertan ciertos miedos e inseguridades al mismo tiempo, debería sentirme bien conmigo porque finalmente son eso, percepciones de otras personas, aunque las opiniones de otros como ser humano que soy me afectan a veces mas de lo que yo quiero, tengo que aprender a conocer lo que soy yo y lo que siento, evitar meterme en las peliculitas que se creen de mi, más bien tengo que capitalizar eso a mi favor, sólo que aún no se como.
Sé que tengo que reaccionar, porque definitivamente puedo llegar a dejarme ir con la corriente y no luchar, perderme en la inercia de la vida y dejar caer mis sueños en la mediocridad que no me cuestiona, en la comodidad que me incomoda, en la culpa de callarme y decir lo políticamente correcto, en la conformidad y la inacción que también se pueden convertir en corrupción.