viernes, marzo 31, 2006

sábado, marzo 25, 2006

No puedo dormir,,,

Sentirme triste
mientras disfruto la alegría inimaginable
de un proyecto casi concretado,
disfrutar cada momento extrañando el que no tengo
mejorando los anhelos
cuestionando las cosas que s e presentan así,
fácil,
porque las he machacado por años
pero no eres tù,
lástima,
lo seguiré intentando

y deseando

y disfrutando el desearlo

aunque al final
nunca se de
y tu no presencia me haga dudar.

Por ahora disfruto la perspectiva
de sentir que puede ser real.

miércoles, marzo 22, 2006

Tendencias 'Estar' arquitecto


Esteve Aymerich, Inés de Rivera y Ton Salvadó, el equipo de STEMarquitectes, hacen de la construcción un estado de ánimo
Reconocen su trabajo como una acción encaminada a modificar la historia de un lugar

FREDY MASSAD ALICIA GUERRERO YESTE - 22/03/2006
STEMarquitectes es un acrónimo para "estem arquitectes", una expresión en la que la palabra arquitecto deviene adjetivo para poder aproximar a la precisión el sentido de la concepción acerca de cuál es la acción de éste sobre la realidad. Estar para significar el hallarse en un estado de ánimo. Esteve Aymerich, Inés de Rivera y Ton Salvadó prefieren esa condición a la afirmación "ser arquitecto". Posiblemente porque actúan tácitamente sabedores que el fin último de cualquier acción es la interacción e intento de manejo y asimilación de la realidad y reconocen el trabajo del arquitecto como una actuación encaminada a "modificar la historia de un lugar" mediante el conjunto de acciones que constituyen la esencia completa de la arquitectura. Octavio Paz insistía en El Mono Gramático en que "la fijeza siempre es momentánea", un pensamiento que -de alguna forma- se emparenta con esa definición de STEMarquitectes, en la que se concentra una reflexión acerca de la relación/ enfrentamiento de la obra arquitectónica a la trayectoria de la realidad sobre un lugar: "Una trayectoria en marcha de la que uno - nunca- difícilmente puede conocer ni su origen ni su final. El trabajo del arquitecto se limita, aunque con toda la intensidad posible, a modificar la trayectoria ya en curso", según argumentan. Desde esa perspectiva se concibe el ser como imposible puesto que el arquitecto se sitúa y opera transitoriamente sobre un momento específico de ese lugar: está, deja su huella y, con ella, genera una activación de éste. Aludiendo a lo decisivo de las trayectorias ocultas de la arquitectura ,expresión prestada de Enric Miralles para definir la concentración del trabajo del arquitecto en un factor concreto de un proyecto y habiendo aprendido de Alison y Peter Smithson que la arquitectura no es sólo construcción sino que se compone también de memoria, de sonido, del movimiento de las personas, de luz, del crecimiento de vegetación o el curso del agua…, desdeñan la distinción entre arquitecturas de nueva planta, de tratamiento de interiores o de rehabilitación. Operan técnica e intelectualmente desde el conocimiento arquitectónico para reflexionar y obrar sobre él. "La arquitectura no distingue si el lugar está construido o no" dicen, empeñándose en que la forma de cada uno de sus edificios sea fundamentalmente consecuencia de la conclusión deun proceso de trabajo con todos los ingredientes y argumentos que integran su condición específica. Esta actitud hace que el conjunto de su obra se caracterice por una heterogeneidad invisiblemente unificada por la sólida estructura intelectual deun discurso indagando en torno a una propia búsqueda en la arquitectura, trabajando desde el interior de la cultura arquitectónica, referenciándola y redefiniéndola desde la propia múltiple profundidad de cada posible significado - que es apropiado una vez reconocida la identificación en él. La profundidad de su conocimiento y su fidelidad al sistema mental sobre el que se funda la mirada de la que deriva su método de trabajo les provee de una libertad que, en lugar de encorsetarlos, se manifiesta en infinitos grados y en una ausencia absoluta de concesiones al esteticismo que les aferra a la dimensión de la arquitectura como sujeto del pensamiento y la imaginación poéticos. De su concentración en la pureza de lo arquitectónico surge la dureza antipática de su edificio para el Ayuntamiento de Santa Perpètua de Mogoda, cuya apariencia dista de sugerir la auténtica capacidad productiva y hospitalidad que cobija, traducción del entramado de condiciones involucradas en su elaboración, siendo el resultado una construcción cuyo proceso de concepción se desarrolló en torno a la idea eje del valor de la técnica como fundamento de un sistema dotado de leyes propias de comportamiento. Pero posiblemente sea en las obras resultantes del estar arquitectos en situaciones frente a lo preexistente en las que STEMarquitectes hacen percibir el encuentro de la dimensión intelectual y la sensible en los objetos y lugares de la realidad, tal como es planteado en el edificio de Viviendas Públicas en la localidad de Vilafranca del Penedès -donde el diseño inicial tropezó con el descubrimiento de un fragmento de muralla que fue integrado a la nueva construcción-, en la rehabilitación de una vivienda rural en Castellet -donde era preciso constatar directamente a pie de obra la reacción entre lo nuevo y lo previo- y la transformación de una antigua trinchera de la Guerra Civil en el Osario-Memorial de la Batalla del Ebro (Sant Bartomeu de Camposines, Tarragona) -donde la excavación de los restos de la trinchera enfatizó la grieta abierta en el suelo y creó un paisaje interno inserto en el actual paisaje rural recordando que fue escenario bélico y en donde los elementos estructurales incorporados se han investido autónomamente de una lectura metafórica. Exponentes de una aproximación culta a la arquitectura y de un compromiso ético con su carácter social que se equilibra en una postura que escasea en los momentos actuales, STEMarquitectes plantea una reflexión que sintetiza determinadas arquitecturas y procesos de pensamiento del siglo XX, demostrando el hecho que tras cada solución concreta subyace una búsqueda en la que no necesariamente se da con la respuesta buscada pero que, por la intensidad de sus fundamentos, es trascendida.

martes, marzo 21, 2006

Con mi soledad a solas

Elías Nandino*

Amorosamente mi soledad desnuda
me cubre
como sábana de tierna sombra tibia.
Confundidos somos el orbe
donde la palabra impronunciada
construye el diálogo
que el pensamiento escucha.
Su compañía es el regazo
de un amor a oscuras
que, sobre mi piel esperanzada,
inventa la resurrección de los recuerdos.
Junto a sus ojos abro mi conciencia
y leemos los biográficos pasos
que caminan hacia atrás de nuestra historia:
fuegos fatuos, diseños, rostros, ecos,
en inquemante desfile momentáneo
que brota de los olvidos insepultos.
Estoy solo,
con mi soledad a solas,
amoldado a ella
como el vino a los muros de la copa,
y viviendo la íntima galaxia
parpadeante,
de una conversación en las tinieblas.

*Elías Nandino nació en Cocula, Jalisco, el 19 de abril de 1903, murió en Guadalajara, Jalisco, el 3 de octubre de 1993. Médico cirujano de profesión, fue jefe de Servicio en el Hospital Juárez, en la Penitenciaría y en clínicas oficiales y privadas. Además de su labor como poeta y como médico, Nandino apoyó a muchos jóvenes poetas desde las revistas que fundó y dirigió. Publicó la colección de cuadernos México Nuevo (1936-1937). Dirigió la revista literaria Estaciones (1956-1960) y la editorial del mismo nombre. De 1960 a 1964 fue director de Cuadernos de Bellas Artes. En 1979 recibió el Premio Nacional de Literatura y el Premio de Poesía de Aguascalientes. Su obra poética comprende los siguientes libros : Espiral, 1928; Color de Ausencia, 1932: Eco, 1934; Río de sombra, 1935, Sonetos, 1937; Poemas árboles, 1938; Nuevos sonetos, 1939; Nudo de sombras, 1947; Espejo de mi muerte, 1945; Poesía I, 1947; Poesía II, 1949; Naufragio de la duda, 1950; Triángulo de silencios, 1953; Nocturna suma, 1955; Nocturno amor, 1958; Nocturno día, 1959; Nocturna palabra, 1960; Eternidad del polvo, 1970; Cerca de lo lejos, 1979; Conversación con el mar, 1982; Costumbre de morir a diario, 1982; Erotismo al rojo blanco, 1983; Todos mis nocturnos, 1988; Ciclos terrenales, 1989. Exite una biografía de Nandino, desautorizada por él mismo: Una vida novelada, de Enrique Aguilar (Grijalbo, México, 1986). Hay una ensayo biográfico de Nandino, escrito por Marco Saavedra, Elías Nandino: poeta de la vida, poeta de la muerte (Editorial Agata, Guadalajara, Jalisco, México, 1997).

sábado, marzo 18, 2006

III

"...se refugiaban en los edificios que enmarcaban la plaza"
Permanecieron sentados en silencio, en la banca más apartada de la plaza, un vuelco en el corazón me hizo pensar en que la escena me resultaba familiar, pero fue solo un instante; las manchas blancas sobre el piso marcaban el lugar prohibido y las aves peleaban frenéticas un espacio en el inmenso árbol que señoreaba la plaza central, algunos otros, que no alcanzaban lugar en el árbol se refugiaban en los edificios que enmarcaban la plaza, poca gente paseaba ya, el frió los había ahuyentado. Solo un instante permanecieron sentados, el reloj marcaba las siete treinta de la tarde y las campanas llenaron con su sonido el silencio, como cada día, desde hace más de doscientos años. Una joven de apariencia hermosa, se acerco a la pareja, con soltura y familiaridad, dando un beso cariñoso y un abrazo sincero, comenzó a platicar lo que parecían mil historias, y pensé, que si no fuera por las manos tal vez se quedaría muda; los tres avanzaron hacia la esquina, y como por arte de magia, el coche negro que había visto en el cementerio apareció; los tres subieron al auto y me quede parado, viendo como se alejaban, observando el auto desaparecer a través del vaho de mi boca, tenía una historia, lo presentía, y aunque no sabia en que podía terminar, me excitaba la idea, era otra vez el sentimiento contradictorio de temor y deseo, la adrenalina corría de nuevo por mis venas, y sin embargo algo no estaba bien, no era la misma sensación de otras ocasiones, rechace el sentimiento, saque como autómata el teléfono de mi abrigo y marque, sabia quien habría de ayudarme.

viernes, marzo 10, 2006

Un diccionario, por favor!

Reconocerte a muchos pasos de distancia
a pesar de mi miopía
es excitante.

Recordar tu olor en medio del resfriado más atroz
es inquietante.

Añorar el roce de tu mano
que pretendo no es indiferente
es determinante.

Imaginar sin actuar
y esperar sin pedir...
No sé.

Pongámosle un nombre
y ayúdame a cambiarlo.

jueves, marzo 09, 2006

II

Los seguí en silencio, me sentía confundido, ¿Cómo explicar que caminaran tan tranquilos de la mano?, yo pensé que eran ricos, sus abrigos eran buenos y no parecían usados, y así fue, al salir del cementerio, él saco dinero de una cartera que brillo con el último rayo del sol que se ocultaba - ¡Qué ironía! – Tras los pies del muerto[1], pagó al chofer y tomando a su esposa, suave y firme de la mano, emprendieron juntos el camino, no sé a donde, y a pesar de que el viento frió calaba en mi cara, metí, contra mi costumbre, las manos en los bolsillos, y caminé tras ellos, mientras, las luces de las lámparas urbanas centellaban, despertando poco a poco para iluminar otra noche que prometía ser helada y tranquila, la soledad reinaba en las calles y solo escuchaba el taconeo de mis zapatos nuevos sobre el pavimento, en medio del silencio se hizo tan presente el sonido, que temí ser descubierto, intente caminar mas despacio, pero no quería perderlos de vista, y continué.

[1] Al poniente de la ciudad de Aguascalientes, México, existe una pequeña elevación rocosa conocida como el cerro del muerto porque da la impresión de un cuerpo dormido (muerto) boca arriba; lo que corresponde a los pies se llama popularmente “el picacho” y es utilizado por mucha gente para hacer ejercicio.

miércoles, marzo 08, 2006

Al funeral solo acudieron, el padre, la madre, el cochero malhumorado y el sol del poniente; si es verdad que no existe dolor más grande que el de perder a un hijo, aquí la excepción a la regla, no vi en aquellos rostros, más tranquilidad y descanso en toda mi vida, y como siempre que observaba un cuadro digno de fotografía, mi mente comenzó a volar en busca de las escenas anteriores que culminaban con aquella imagen tan descriptiva y provocadora: él abrazaba a su esposa, ella no lloraba, contemplaba en un silencio de satisfacción el ataúd que lentamente bajaba hacia la tierra húmeda, la mirada de él era científica, pero albergaba un seño de inquietud como una duda. Entonces lo capté, era la mirada del científico escéptico que acude a corroborar un hecho, quería asegurarse que la pesadilla hubiera terminado, la tierra comenzaba a cubrir el ataúd y cada palazo representaba un peso menor en su espalda; cuando al fin la fosa quedo cubierta la silueta dibujada contra el ocaso, no podía ser mas diferente a la que había captado al iniciar el ritual, ahora, las siluetas se erguían sólidas, orgullosas, él, ya no la abrazaba, pero sus manos permanecían unidas formando una sola cosa, al fin una sonrisa se dibujo en el rostro de ambos y sin decir palabra dieron la vuelta sin voltear.
Ni una sola flor sobre la tierra blanda y fresca, y a pesar de todo, un último disparo en la cámara, y, yo si, como cosa extraña, derrame en silencio una lágrima, me apresure a guardar mi equipo, antes de que la oscuridad llegara triunfante al cementerio, y rápidamente me dirigí a la salida, pero en mi mente seguía impresa la escena contemplada. ¿Qué sucedió? ¿Qué fue, lo que fue ese ser para que nadie sufriera por su ausencia? Debo averiguarlo.

jueves, marzo 02, 2006


Si fuera rey del mundo:

Quitaría a los vendedores ambulantes.

Aplicaría impuestos altísimos a los conductores y fomentaría el uso de la bicicleta

Mejoraría el transporte urbano

Plantaría muchos árboles

El fin de semana comenzaría el jueves

No existiría el dinero y volveríamos al sistema de trueque.

Pena de muerte a todos los violadores, secuestradores y periodistas irresponsables (incluidos los de espectáculos).

Destierro a todos los políticos (no habría políticos)

Mandaría llamar al mejor medico del mundo para que ya no me siga brotando miel en vez de pelo y la princesa caramelo me quiera.

Ah, y reforzaría todas las torres para que no vaya a morir aplastado por un merengue.

¿Y si tú fueras Rey (na) del mundo, que harías....?Responde posteando en tu propio blog, y deja comentario de que ya posteaste.

Mis nominados a continuar esta cadena bloguera son:

Paganel


Darling


Iagoo


Hugo


Champis

miércoles, marzo 01, 2006

El americano medio


LAURA FREIXAS - 23/02/2006
Era una abstracción, pero ya no lo es: con ustedes, Bob Burns, el Americano Medio. Residente en una pequeña ciudad de Connectitut, casado, padre de tres hijos, Bob tiene 53 años, es blanco, creyente, anglosajón, y aficionado a la mantequilla de cacahuete. En contra de lo que parece, no ha sido fácil dar con él: Kevin O´Keeffe ha pasado tres años buscándole. Y es que a O´Keeffe se le ocurrió la idea, también típicamente americana -simple, rotunda y atractiva como un eslogan publicitario- de encontrar al americano medio, en carne y hueso, para que su libro The average american (que acaba de salir en Public Affairs Books) no fuese una simple acumulación de estadísticas. O´Keeffe empezó por definir los criterios. Luego se puso a rastrear el país buscando al ciudadano/ a más representativo. Y lo encontró, como queda dicho, en Bob, que con una única y nimia salvedad (es zurdo) encarna las 140 características más comunes entre los 281.400.000 estadounidenses: desde poseer una casa hasta preocuparse por el medio ambiente, estar a favor del aborto, ser políticamente tibio (lo mismo vota demócrata que republicano), frecuentar la iglesia y el MacDonald´s, vivir a menos de veinte minutos en coche de un hipermercado Wal-Mart y ser feliz. El concienzudo O´Keeffe no ha olvidado ningún detalle: como el 53% de la población, Burns es capaz de dar los nombres de los tres Stooges (personajes televisivos de los años cuarenta) e incapaz de citar los tres poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), y como el 83% de sus compatriotas, confiesa que hace pipí en la ducha.
La paradoja de la sociedad actual es que proclama a todas horas que cada uno de nosotros es un ser irrepetible... mientras en la práctica uniformiza hábitos, paisajes, mentalidades, modos de vida... ¿Cómo se afronta esa contradicción? ¿Cómo convencerse de que uno es único, cuando vive, siente y piensa más o menos igual que sus 281.399.999 vecinos?
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