Al funeral solo acudieron, el padre, la madre, el cochero malhumorado y el sol del poniente; si es verdad que no existe dolor más grande que el de perder a un hijo, aquí la excepción a la regla, no vi en aquellos rostros, más tranquilidad y descanso en toda mi vida, y como siempre que observaba un cuadro digno de fotografía, mi mente comenzó a volar en busca de las escenas anteriores que culminaban con aquella imagen tan descriptiva y provocadora: él abrazaba a su esposa, ella no lloraba, contemplaba en un silencio de satisfacción el ataúd que lentamente bajaba hacia la tierra húmeda, la mirada de él era científica, pero albergaba un seño de inquietud como una duda. Entonces lo capté, era la mirada del científico escéptico que acude a corroborar un hecho, quería asegurarse que la pesadilla hubiera terminado, la tierra comenzaba a cubrir el ataúd y cada palazo representaba un peso menor en su espalda; cuando al fin la fosa quedo cubierta la silueta dibujada contra el ocaso, no podía ser mas diferente a la que había captado al iniciar el ritual, ahora, las siluetas se erguían sólidas, orgullosas, él, ya no la abrazaba, pero sus manos permanecían unidas formando una sola cosa, al fin una sonrisa se dibujo en el rostro de ambos y sin decir palabra dieron la vuelta sin voltear.
Ni una sola flor sobre la tierra blanda y fresca, y a pesar de todo, un último disparo en la cámara, y, yo si, como cosa extraña, derrame en silencio una lágrima, me apresure a guardar mi equipo, antes de que la oscuridad llegara triunfante al cementerio, y rápidamente me dirigí a la salida, pero en mi mente seguía impresa la escena contemplada. ¿Qué sucedió? ¿Qué fue, lo que fue ese ser para que nadie sufriera por su ausencia? Debo averiguarlo.
Ni una sola flor sobre la tierra blanda y fresca, y a pesar de todo, un último disparo en la cámara, y, yo si, como cosa extraña, derrame en silencio una lágrima, me apresure a guardar mi equipo, antes de que la oscuridad llegara triunfante al cementerio, y rápidamente me dirigí a la salida, pero en mi mente seguía impresa la escena contemplada. ¿Qué sucedió? ¿Qué fue, lo que fue ese ser para que nadie sufriera por su ausencia? Debo averiguarlo.
2 comentarios:
muy bueno, muy bueno, y que duro, pero supongo que sucede mas veces de lo que queremos creer. maybe.
Gracias de nuevo por la visita Hugo, y tus comentarios que siempre levantan el animo, es una pequeña historia que estoy construyendo y aún no se en que terminará, por lo pronto hoy va otro fragmento. Saludos!
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