En busca del equilibrio

El poder detrás de del poder, moverse en los niveles sutiles de la jerarquía social que muchas veces no se escribe, sólo se aprende a moverse en ella, ¿Cuánto influyen las emociones en las decisiones políticas?, en la vida cotidiana se tiene la creencia que un político nunca mezcla sus emociones o sentimientos en las acciones que representan su quehacer cotidiano, en el mundo moderno del que aún no salimos, nos indican que la razón y el pragmatismo deben ser los ejes que guíen nuestro andar por la vida y ser las bases desde donde proyectemos nuestra esencia. A la luz de los hechos históricos nada más falso que esto parece caracterizar el rumbo trascendente de los hechos históricos y las decisiones individuales de la intimidad, si se ahonda en la raíz de las decisiones públicas o privadas siempre tendrán un matiz de emoción o una justificación clara en un actuar a partir de los sentimientos positivos o negativos, las pasiones, en nuestra época matizados o legitimados a la luz de razonamientos lógicos y científicos, en otros tiempos, de los valores imperantes como el poder divino por ejemplo.

Podríamos hablar de hipocresía, de un reaccionar verdadero o falso, de las dos caras de la moneda, y es en realidad la concepción dual en una búsqueda constante, casi infinita del equilibrio que desde todas las disciplinas se busca; es permitir transitar del blanco al negro, viviendo los grises intensos. La metáfora que a mí me resulta más clara es la del péndulo, que desde un extremo inamovible nos presenta la meta final, la esencia profunda de individuo, que en su lado opuesto es un cuerpo que se mueve, yendo constantemente de un extremo a otro, tocando lo positivo y lo negativo en un intervalo de tiempo relativamente corto, unido sin remedio a su ser divino e inamovible, único punto de equilibrio infinito que tensiona, da libertad y al mismo tiempo permite a su opuesto moverse, fluir hasta alcanzar su equilibrio, su encuentro final, una vez más opuesto a su origen y en equilibrio con él.