Cuando terminó esta etapa de aprendizaje, me mantuve solitario e inmóvil; inmovilidad angustiante y terrible de observar el ventanal que enmarcaba un mundo que la razón conocía y los sentidos anhelaban. Las piernas luchaban por correr, cuando apenas caminar sabían.
La decisión, la necesidad de moverse deben superara al temor para poder avanzar. El miedo ya no es tan fuerte, la lucha ahora es con el confort, la comodidad incomoda y es una batalla que puedo ganar también.
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