Pocos paises del mundo...

...pueden decir que viven rodeados de paisajes de ensueño, esta vez son los bonitos y majestuosos, que también de horror tenemos; pero dejemos las pesadillas para otra ocasión.

Vida leve

Estoy en el proceso de aprender a vivir la levedad sin culpa.
Disfrutar la sensación de ver pasar el día.
De ver cambiar el sol de posición, de verlo entrar suave y lentamente
por las ventanas y oír crujir la madera,
que también lentamente,
pausadamente,
adquiere su calor.

Oler la mañana hasta que anochezca.
Sentir la lluvia, también leve.
Caminar descalzo y dormitar todo el día,
mientras suena el soundtrack del final de temporada de esta parte de mi vida.

¿Qué pasará la siguiente?
¿Habrá nuevos personajes?
¿Crecerán los actores secundarios?
¿Habrá participaciones especiales, locaciones fascinantes y estrellas fulgurantes?

Oasis. Històrico y Natural

Una de las pocas haciendas de la República Mexicana que resistieron el embate de la Revolución y que aún hoy, al menos la casa grande y la huerta, pertenecen a sus dueños originales, Ciénega de Mata, el Mayorazgo Rincón Gallardo, que en su época de mayor poderío tenía parte de los actuales territorios de Aguascalientes, Jalisco, Zacatecas y un poquito de Guanajuato, la extensiòn de la propiedad era practicamente igual al actual estado de Aguascalientes.

Atorado

La sensación de mareo ha estado presente todo el día, quiero terminar la tesis y termino escribiendo aquí en el blog, he decidido abrir una pàgina alterna de Word porque no fluye el texto para terminar las ideas, el tiempo corre demasiado rápido y también se agota el limite de entrega, leo lo que he escrito y me gusta, a veces me parece que es demasiado intenso lo que llevo escrito y que más que una tesis parece la confesión de mis dudas existenciales mas profundas; depende del humor que tenga, algunos párrafos me parecen muy cursis y otras veces me gustan demasiado, no quiero quitar nada de lo que llevo escrito, releer los párrafos al igual que releer este blog me remontan a situaciones particulares de mi vida.

Por otra parte, la luz de mi estudio es fascinante e hipnotizadora, todo mundo dice que es un lugar magnifico para trabajar, pero me abruma, me envuelve y termino por quedarme contemplando el espacio sin escribir una palabra, necesito aire para seguir, necesito terminar y no termino.

Domingo

Estos dìas he pensado que todos estamos aquì para aprender en cabeza ajena aunque el viejo y conocido refràn nos diga lo contrario desde tiempos inmemoriales. Es sorprendente abrir el corazòn y hablar sin rodeos, logrando cada vez màs quitar las mascaras sociales que nos inventamos siempre para evitar que nos dañen; de esta manera la sociedad en la que nos movemos se convierte en una coraza inexpugnable de seres iguales a mì, que se envuelven en superficialidades, que nos envolvemos en superficialidades, que los hacen, que nos hacen encantadores o repulsivos dependiendo de nuestra identificaciòn negada o aceptada, es cuestiòn de estar alerta y caminar seguros de que en diferentes escalas, todos tenemos problemas similares, eso por ahora y para mì, es un motivo màs para sentirme menos solo.

"Allaho Akbar!"

En medio de la noche, inmersos en lo más profundo de la represión ciudadana, los sonidos nocturnos, esta vez humanos, me estremecen, con la cercanía del internet, a mitad de una semana de vida intensa y de deseos de comunión universal.

¡Dios es grande!

¿Sustentabilidad a principios del S. XX?

...¡Cuán poco significa, para la armonía universal, el gloriarse de un portentoso pasado y el posar de héroe.

Y cómo para llegar a ser hombres y a ser países

es preciso empezar por ser jóvenes y ser paisajes.

Risa y color.

Con algo adentro que sabrá el que quisiere y el que no, no.

Salvador Novo

1904-1974

Noches para recordar

El fuego fue mi compañero toda la noche, comencé emocionado la aventura después de la cena imaginaria. Buscar la leña, y llevarla al lugar que he escogido, no sé bien porqué.

Los últimos rayos de sol se entretejen entre los árboles que comienzan a transformarse en sombras, muros flexibles que te protegen; el fuego comienza a apoderarse del escenario y a reinar en medio de la noche que se precipita una vez más. El instante eterno entre el día y la noche es una pausa interminable de silencio, de soledad, es un momento de introspección inigualable, y ese instante eterno se rompe de repente, para dar paso a la más emocionante sinfonía de habitantes nocturnos que le cantan a la noche siempre fresca, siempre nueva, siempre misteriosa; y el fuego, el fuego te embruja con su vaivén singular, y a medida que el tiempo pasa, eres capaz de distinguir el sonido breve y constante de la naturaleza que te envuelve y de la que eres parte, por fin lo sientes aunque la razón ya lo decía. La noche apenas comienza y trae consigo una incertidumbre de regalos que te esperan.

Sí yo pudiera, pasaría mas noches despierto, protegido en la intemperie del espacio infinito y acompañado por mí, desde el interior que empiezo a conocer.

El placer de regresar

¿El regresar al hogar es siempre placentero?, recordar con la mirada entristecida el espacio que se achica con el tiempo, el brillo de la colcha azul que se desdibuja con el paso lento de los que corrieron algún día a levantarte de la primera caída, las calles no son como las recuerdas y quizá siempre han sido iguales, ¿Has perdido tu el filtro de los ojos puros?, o ¿es una mezcla de todo?, las baldosas del patio perdieron por fin el brillo, ya no hay fuerza que las limpie mañana y tarde, el patio se vuelve convenientemente rugoso para impedir que el andar inseguro de los habitantes adelante el final inminente.

La casa obscura alberga las historias de terror que hoy parecen más reales y cercanas. El volver no siempre es bueno, volver con la esperanza de encontrar lo perdido, buscar la razón primera de la infancia que no existe más, el dolor de encontrar esa esperanza fragmentada, diluida en espacios instantáneos de recuerdos magnificados por el anhelo constante de la felicidad que se espera siempre mañana y no se logro vivir cuando existió.

Volver a la huerta seca, arrodillarse ante el concreto que reina sobre la antigua semilla y le impide florecer.