La excepción hace la regla
La sociedad, y uno mismo, castiga sin piedad todo lo que se sale del canon
Cuando el inculpado es guapo y la víctima menos atractiva, los jurados se muestran mucho más benévolos que al contrario
MANUEL DÍAZ PRIETO - 27/11/2005Ya sabíamos que si eres feo tienes más problemas para conseguir trabajo, aunque no imaginábamos que incrementase las posibilidades de ser condenado por un jurado. Lo que muestra cómo el estereotipo de belleza física tiene un peso creciente en la cultura actual. Pues, hoy más que nunca, la sociedad penaliza todo aquello que se aparta del canon. Sin embargo, el juez más despiadado suele ser uno mismo, lo que acaba minando nuestra autoestima. Pero si a la condición de feo, añades la de mujer, aún lo tendrás peor. Y si, además de mujer, eres adolescente, cualquier desviación del arquetipo imperante puede comportar resultados devastadores. La primera acepción que el diccionario de la RAE le da al adjetivo feo es "desprovisto de belleza y hermosura". La segunda es "que causa desagrado o aversión". Y ambas, a pesar de la crueldad de la última cuando se refiere a personas, se utilizan con frecuencia de forma indisociable. Pero lo que hoy entendemos por feo se basa más en la premisa expuesta por Dion, Berscheid y Walster hace ya más de 30 años: "Todo lo bello es bueno", enunciaron. Que viene a decir que hemos aprendido a catalogar a las personas como buenas según las pautas que han ido trasmitiendo los medios de comunicación, sobre todo el cine y la televisión, en los que casi siempre están predeterminados los rostros que corresponden al bueno y al malo de la película. Los investigadores sociales coinciden en que los criterios de belleza vigentes responden más a criterios mercantilistas que a modelos de salud y bienestar.
Cuando el inculpado es guapo y la víctima menos atractiva, los jurados se muestran mucho más benévolos que al contrario
MANUEL DÍAZ PRIETO - 27/11/2005Ya sabíamos que si eres feo tienes más problemas para conseguir trabajo, aunque no imaginábamos que incrementase las posibilidades de ser condenado por un jurado. Lo que muestra cómo el estereotipo de belleza física tiene un peso creciente en la cultura actual. Pues, hoy más que nunca, la sociedad penaliza todo aquello que se aparta del canon. Sin embargo, el juez más despiadado suele ser uno mismo, lo que acaba minando nuestra autoestima. Pero si a la condición de feo, añades la de mujer, aún lo tendrás peor. Y si, además de mujer, eres adolescente, cualquier desviación del arquetipo imperante puede comportar resultados devastadores. La primera acepción que el diccionario de la RAE le da al adjetivo feo es "desprovisto de belleza y hermosura". La segunda es "que causa desagrado o aversión". Y ambas, a pesar de la crueldad de la última cuando se refiere a personas, se utilizan con frecuencia de forma indisociable. Pero lo que hoy entendemos por feo se basa más en la premisa expuesta por Dion, Berscheid y Walster hace ya más de 30 años: "Todo lo bello es bueno", enunciaron. Que viene a decir que hemos aprendido a catalogar a las personas como buenas según las pautas que han ido trasmitiendo los medios de comunicación, sobre todo el cine y la televisión, en los que casi siempre están predeterminados los rostros que corresponden al bueno y al malo de la película. Los investigadores sociales coinciden en que los criterios de belleza vigentes responden más a criterios mercantilistas que a modelos de salud y bienestar.
1 comentario:
Dicen que la belleza está en quien la mira, pero la verdad... eso es falso, falso de toda falsedad... Tan cierto como ser una mujer fea :-)... sonrisa sarcástica... en fin. Excelentes fotos las de tu inicio de página
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