La carretera se abrió,
las manos se soltaron,
pero antes, se hirieron,
para dificultar los caminos nuevos.
No hay perdón...
El aire y la tierra cicatrizan mis heridas,
no te arrastres más,
ahora puedes andar.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario