Tengo los pies frios
y las manos...
calientes como siempre,
mi corazòn deseoso de arder
y mi fuego interior latente.
Sòlo falta dar el salto y moverme
y llevo tanto parado en el borde
que temo quedarme en èl para siempre.
Cansado de la rutina
cansado de no hacer nada para cambiarla
esperando fragmentos de amigos
confiando siempre en lo que viene del exterior
y se me ofrece en fragmentos desarticulados.
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