Un discurso impecable el de anoche y sin embargo, la única frase que me queda grabada es:
Yes, we can, y la decía la gente que escuchaba un discurso que se convierte en diálogo.
¿Si podemos qué?, aún no lo se.
Con estas palabras se resume la esperanza, la confianza y el compromiso.
Lo cierto es que con tres palabras, se puede entrever la diferencia de pueblos y culturas, cuando en una manifestación popular, eufórica como la de ayer, esperanzadora, como la de ayer, con rostros que conmueven, como los de ayer, en algún momento del año 2000, otro grupo de personas no gritaron, “Yes we can”, gritaban, “si se pudo” y peor aún pensaban con ilusión “si, tú puedes”, y hubo tristeza, y hubo desesperanza, porque todo, siempre lo ponemos en las manos y decisiones de los otros; el pasado que es la suma de nuestras acciones sin reflexión, la inercia, y la irresponsabilidad total hacia un futuro que dejamos siempre en manos de alguien que no es nosotros, ¿Cuando gritaremos de forma espontánea y comprometida, si podemos, si, nosotros juntos podemos?
Y podemos aquí y ahora en un presente que sentimos, que evaluamos, que disfrutamos y transformamos nosotros.
Y alguien preguntará ¿Qué hacemos? Hagamos lo que sea, pero hagámoslo juntos, decidamos juntos, y comprometámonos con una idea generada por todos, tendremos diferencias, claro, resolvámoslas juntos.
SI, en verdad, nosotros también podemos, es una cuestión de actitud.
Yes, we can, y la decía la gente que escuchaba un discurso que se convierte en diálogo.
¿Si podemos qué?, aún no lo se.
Con estas palabras se resume la esperanza, la confianza y el compromiso.
Lo cierto es que con tres palabras, se puede entrever la diferencia de pueblos y culturas, cuando en una manifestación popular, eufórica como la de ayer, esperanzadora, como la de ayer, con rostros que conmueven, como los de ayer, en algún momento del año 2000, otro grupo de personas no gritaron, “Yes we can”, gritaban, “si se pudo” y peor aún pensaban con ilusión “si, tú puedes”, y hubo tristeza, y hubo desesperanza, porque todo, siempre lo ponemos en las manos y decisiones de los otros; el pasado que es la suma de nuestras acciones sin reflexión, la inercia, y la irresponsabilidad total hacia un futuro que dejamos siempre en manos de alguien que no es nosotros, ¿Cuando gritaremos de forma espontánea y comprometida, si podemos, si, nosotros juntos podemos?
Y podemos aquí y ahora en un presente que sentimos, que evaluamos, que disfrutamos y transformamos nosotros.
Y alguien preguntará ¿Qué hacemos? Hagamos lo que sea, pero hagámoslo juntos, decidamos juntos, y comprometámonos con una idea generada por todos, tendremos diferencias, claro, resolvámoslas juntos.
SI, en verdad, nosotros también podemos, es una cuestión de actitud.
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