jueves, septiembre 01, 2005

Nueva Orleans

Carlos Chirinos
BBC Mundo, enviado especial a Nueva Orleans

Miércoles 31 de agosto
Lo que más me impresiona de lo que he visto al llegar al centro de Nueva Orleans es la devastación humana.

No la de los muertos que de hecho no he visto aún, sino la de los vivos. No tienen nada, sólo lo que pudieron recoger en unas bolsas plásticas o lo que empujan en algún carro de algún supermercado saqueado, por ellos mismos quizá.

Tampoco parecen esperar nada. Muchos se concentran en las calles del distrito financiero aprovechando la sombra que dan los altos edificios de oficinas, vacíos para siempre. Están totalmente ajenos al caos de helicópteros militares y lanchas con los que se realiza la segunda evacuación de la ciudad.

Otros deanbulan por las autopistas vacías, sin rumbo fijo, pero siguiendo instintivamente una vía que los saque de esta ciudad que ya no les sirve.

En una de esas rampas, bajo el techo de una parada de autobuses totalmente rodeada de agua, me encontré una pareja anciana, tranquilamente sentada. Me detuve. Les pregunté qué esperaban. Me miraron pero no respondieron.

Les ofrecí llevarlos a un puesto de socorro militar. Aceptaron sin demasiado entusiasmo.

La devastación de esta pareja me dejó sin palabras. No tenía nada que decirles. Ellos no querían dejar Nueva Orleans, por eso no evacuaron el domingo. No lo dijeron, pero temí que estuvieran a punto de decirme que habrían preferido morir.

La ciudad ya no sirve.


Publicado a las 12:17 GMT del 01-09-2005

No hay comentarios.:

Blogalaxia Locations of visitors to this page