La mayor parte de los lujos, o las llamadas comodidades de la vida, no son solamente innecesarios, sino también impedimentos para la elevación de la humanidad. En lo que se refiere a los lujos y comodidades de la vida, diré que los más sabios siempre han vivido vidas más simples y pobres que las vidas de los mismos pobres.
Nadie puede ser un observador sabio e imparcial de la raza humana si no se encuentra en la ventajosa posición de lo que deberíamos llamar pobreza voluntaria. El fruto de una vida lujosa es el lujo, ya sea en agricultura, comercio, literatura o arte. Hoy en día tenemos profesores de filosofía, pero no filósofos. Sin embargo, enseñarla es admirable porque en un tiempo también lo fue vivirla. Ser un filósofo no consiste en tener pensamientos sutiles meramente, ni en fundar una escuela, sino en amar la sabiduría tanto como para vivirla de acuerdo con sus dictados, para llevar una vida de simplicidad, independencia, magnanimidad y confianza. Consiste en resolver no sólo teóricamente algunos problemas de la vida, sino también prácticamente.
Henry David Thoreau (Walden. La vida en los bosques)
lunes, enero 30, 2012
viernes, enero 27, 2012
Una clase menos...una lección más
Es divertido estar vivo. Todos los días, cuando parece que nada mas va a sorprenderme, algún giro al libreto de mi vida ocurre. A veces la situación es además de inesperada, embarazosa y hasta en un primer momento me hace enojar, después, y siempre sucede, las cosas toman su justo valor y no me queda más que sonreír.
Gracias a todos y todas que de manera consciente o inconsciente me hacen sonreír en la vida.
Gracias a todos y todas que de manera consciente o inconsciente me hacen sonreír en la vida.
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